Mi nuevo Plan de Travail en clase flexible

Llevo toda la semana anunciando este artículo y sé que muchas lo esperabáis con entusiasmo. Espero no decepcionar a nadie. Empezaré entonces diciendo que no soy ninguna experta y que ya llevo detectadas algunas fisuras pero también que es un método de enseñanza que merece la pena probar o al menos informarse para ver qué podemos tomar de él.

El Plan de Travail = PdT = 🥔 es algo que ya había intentado hace unos años y de lo que os había hablado tanto en el blog como por las redes con Paloma de Si comprendo (si no la seguís, ¡ id corriendo a suscribiros a su podcast ! )

Os estaréis preguntando entonces cuál es la novedad. Pues bien, que he introducido por fin ¡ mi CLASE FLEXIBLE ! y ello me ha motivado a ver de nuevo las ventajas y desventajas de este sistema y a modificarlo. Espero que te sea de utilidad.

Mi clase flexible aún no está acabada pero está hecha con mucho cariño, tesón (más pesado que yo con «pico y pala» en la dirección no hay) y algo de material reciclado. La voy construyendo poco a poco según el presupuesto (que ya os digo que es poco) y sobre todo según las necesidades que voy descubriendo con el alumnado. La idea venía rondándome desde hacía tiempo pero al ser TZR las opciones se me complicaban. El año pasado, nuestra directora propuso una formación Canopé sobre la disposición de los espacios de aprendizaje y las competencias psicosociales y fue un auténtico éxito. De ahí nació la idea de crear una clase flexible para todos en nuestro establecimiento. No sé vosotros pero yo nunca he escuchado eso de una clase flexible «reservable» para todos los colegas. Yo prefería algo de material en cada sala y que según la disciplina y la necesidad que cada profesor tuviera pudiéramos pedir un poco de material. Estoy convencida de que una clase flexible no es simplemente una sala bonita con cojines sino que detrás de ella hay una verdadera reflexión pedagógica. Al final conseguimos un poco de las dos aunque la mayor parte del presupuesto se la llevó la clase común. Por mi parte, no salí mal parada, conseguí dos cojines para el espacio de lectura, una mesa alta para el trabajo de reflexión en grupo, varios taburetes oscilantes y un par de pizarras más.

Suficiente material para poner en marcha mi Plan de Trabajo de una manera más eficiente. Así que en ellas andamos desde hace un par de semanas y la verdad es que ya he notado dos efectos positivos:

Mejor ambiente de clase: apenas hay que trabajar la gestión de clase porque no hay tiempos muertos ni correcciones eternas donde los alumnos aprovechan para charlar. Tampoco hay chavales columpiándose porque ahora tenemos nuestros taburetes que no hacen ruido ni son peligrosos y permiten que se muevan y sigan concentrados.
Seguimiento más acentuado del alumnado: en un par de semanas he conseguido sentarme con tranquilidad y explicar las nociones a quienes más lo necesitaban, animar a los chavales indecisos, «desafiar» a otros para que evalúen sus conocimientos, etc. Me falta crear una hoja de trabajo que lo englobe todo y me permita una visión global del estado de la clase.

Hoy en el boletín Trabalenguasele tienes este recurso efímero donte te cuento cómo lo he puesto en marcha y cómo lo presento a los chavales. Puedes descargarlo para inspirarte y ver de manera más concreta cómo lo llevo a clase

Y para completarlo, os cuento con detalle las novedades de este año:

El material flexible: las distinción de zonas ayuda bastante a que los alumnos cambien de actividad o puedan trabajar las destrezas comunicativas más tranquilos. Por ejemplo: en las mesas altas he instalado el vocabulario con los ordenadores para que practiquen la «revision à rythme expansé; en las zona intermedia que es semi colectiva vienen para recibir explicaciones y ponerse al día si hay algún punto gramatical que les preocupa. La zona de descanso la utilizan cuando empiezan a desconcentrase o si necesitan una pausa, la zona individual al lado de las ventanas para los alumnos más revoltosos.
Los «puntos de conocimiento» : la segunda fase del PdT (después del ritual) son estos puntos de conocimiento donde los alumnos escriben en una hoja las dificultades lingüísticas o pragmáticas que están encontrando en sus ejercicios, las leo y las listo en la pizarra. A continuación pido a algún alumno que se encargue de explicarlo (les encanta y se sienten valorados) y para las otras preguntas voy poniendo «créneaux horaires» para que vengan a la zona semi-colectiva y les explico la noción.
Al final siempre hay una evaluación formativa (no todos los alumnos responden igual ya que no todos han trabajado el mismo tema pero al menos se exponen a todos los conocimientos)
Los alumnos disponen de muchas actividades y recursos a través la plataforma Pearltrees (lo que facilita el tema de las fotocopias). En clase, utilizamos los ordenadores (classe mobile) o los teléfonos pero están advertidos de su utilización únicamente pedagógica. Si les pillo haciendo algo que no deben, son sancionados.

De momento lo estoy trabajando con mis alumnos de 3ème que conozco desde el año pasado. Empezar por este nivel tiene la ventaja de que se suponen más autónomos y podrán adaptarse antes. Aunque si te apetece entrenar a tus 5èmes, no creo que tengas problemas ya que el Plan de Trabajo está inspirado de la pedagogía de Freinet y se utiliza en las clases primarias. Te aconsejaría que empezaras por una unidad que se preste más a ello, por ejemplo, una sobre viajes o gastronomía como la que yo estoy tratando y sobre todo que alternes momentos individuales con colectivos. De lo contrario, se les hará pesado.

Las fichas de trabajo diferenciadas

Como estoy con mis 3èmes utilizo los tres descriptores del CECLR: A1 (nivel debutante) para quienes tienen un nivel más bajito, A2 (nivel elementario, intermedio) que es el que se suponen deben adquirir al final del ciclo 4 y el B1 para quienes superan estos objetivos.

A partir de ahí, tomo el documento que tenía pensando y empiezo siempre por el nivel A2 para didactizar. Estas fichas son las que responden a los objetivos fijados en los manuales, en el BO y las trabajo como de costumbre. Luego didactizo el nivel A1 en el que voy a dar más vocabulario para la comprensión (añado más actividades de anticipación para asociar, para completar, etc), «frases amorces» cuando deben responder y menos ejercicios. Digamos que el nivel A1 engloba lo indispensable. Y por último, realizo el nivel B1 donde hay menos «ayudas» y sobre todo, invito a reflexionar más sobre la noción o a profundizar con una pequeña expresión escrita. Las fichas tienen los colores que véis aquí arriba, les ayudo a elegir según el nivel pero a veces pasan de unas a otras dependiendo de la destreza comunicativa. Aún estoy en una etapa incipiente de trabajo, no estoy segura de que lo haga así siempre pero de momento he empezado de esta manera para que los alumnos creen su propio «parcours» en referencia a los conceptos que ya conocen: A1, A2, B1. Puesto que este sistema supone muchos cambios y es mejor si tienen algunas referencias.

Os iré ampliando información según avance. Pero de momento, estoy muy satisfecha de mi sala y creo que otra manera de enseñar es posible pero el Plan de Trabajo es sólo una de las alternativas. En ti, estará encontrar la que mejor te vaya.

Os dejo algunas pistas de los elementos claves si os apetece uniros a esta aventura: 1) el vocabualrio siguiendo el concepto de MEMORISATION PAR REPRISES A RYTHME EXPANSÉ:

2) LAS FICHAS DE TRABAJO diferenciadas en tres niveles: los alumnos pueden utilizar distintas fichas en un mismo Plan de Trabajo dependiendo de las destrezas comunicativas y de su progresión.